La Inquisición, un tribunal eclesiástico establecido por la Iglesia Católica, tuvo una profunda influencia en América Latina durante la época colonial. En este artículo, realizamos una comparación histórica de la Inquisición en tres importantes sedes: Lima, Cartagena y México, explorando las estadísticas de procesos de fe, número de procesados y ejecutados, así como las normas eclesiásticas que fundamentaron su creación y funcionamiento.

1. Establecimiento de la Inquisición en Lima, Cartagena y México

Lima, Perú

La Inquisición se estableció en Lima en 1570, bajo la jurisdicción del Virreinato del Perú. Fue la sede del tercer tribunal del Santo Oficio en América Latina, después de los tribunales de México y Cartagena. Su creación fue autorizada por la bula papal «Cum ad nihil magis» del Papa Pío V en 1569, y la implementación se concretó un año después, con el objetivo de erradicar la herejía, especialmente entre los conversos, moriscos y judíos que habían emigrado a América.

Cartagena, Colombia

El tribunal de la Inquisición en Cartagena de Indias fue establecido en 1610, y tuvo una función crucial en la defensa de la fe en la región del Caribe. Cartagena, debido a su posición estratégica como puerto, era un centro de comercio y un punto de entrada para ideas y prácticas consideradas heréticas. El tribunal se creó mediante la cédula real de Felipe III, que reflejaba la necesidad de proteger la ortodoxia católica en una región con una población diversa y en constante movimiento.

México

El tribunal de la Inquisición en la Ciudad de México fue el primero en establecerse en América, en 1571. Al igual que en Lima, su establecimiento fue autorizado por la bula «Cum ad nihil magis» del Papa Pío V y se concretó poco después. Este tribunal fue fundamental en la persecución de prácticas indígenas consideradas paganas, además de enfocarse en los conversos y otras minorías religiosas.

2. Estadísticas de Procesos de Fe

Lima

Entre 1570 y 1820, la Inquisición de Lima procesó a aproximadamente 1,500 personas. De estos, se calcula que alrededor de 50 fueron condenados a muerte y ejecutados en la hoguera, una cifra relativamente baja en comparación con otros tribunales. Los casos más comunes eran de herejía, blasfemia y bigamia.

Cartagena

El tribunal de Cartagena procesó cerca de 800 personas entre 1610 y 1821. Se estima que aproximadamente 20 personas fueron ejecutadas. Las cifras son más bajas debido a que Cartagena, a pesar de su importancia estratégica, tenía una menor población en comparación con Lima y México, y también por su cierre temporal durante algunas décadas.

México

El tribunal de la Ciudad de México, el más activo de los tres, procesó alrededor de 2,500 casos entre 1571 y 1820. Aproximadamente 100 personas fueron ejecutadas. El tribunal mexicano se enfocó fuertemente en la represión de las prácticas indígenas y en la vigilancia de la ortodoxia entre los conversos.

3. Fundamentos Normativos y Eclesiásticos

La Inquisición fue una institución respaldada por una compleja red de normas eclesiásticas y reales, cuyo objetivo era mantener la pureza de la fe católica. A continuación, se destacan algunas de las normativas más relevantes:

– Bula «Cum ad nihil magis» (1569): Emitida por el Papa Pío V, esta bula estableció formalmente la Inquisición en el Nuevo Mundo, autorizando la creación de tribunales en México y Lima.
– Cédula Real de Felipe III (1610): Esta disposición real creó el tribunal de la Inquisición en Cartagena, respondiendo a las necesidades de control religioso en el Caribe.
– Constituciones Sinodales y Edictos de Fe: Estas normativas locales fueron fundamentales para la operatividad diaria de la Inquisición, estableciendo los procedimientos para los juicios, la definición de herejías y la ejecución de sentencias.

4. Comparación y Conclusión

Comparando los tres tribunales, se observa que el tribunal de México fue el más activo en cuanto al número de procesos y ejecuciones, seguido por Lima y finalmente Cartagena. Esta variación se debe en parte a las diferencias demográficas y al contexto histórico de cada región. Sin embargo, en todos los casos, la Inquisición actuó como un poderoso instrumento de control religioso y social, fundamentado en normas eclesiásticas y respaldado por la autoridad real.

Los datos históricos y estadísticos reflejan cómo la Inquisición, a pesar de sus similitudes en sus objetivos y procedimientos, se adaptó a las realidades locales de cada territorio, desempeñando un papel central en la historia colonial de América Latina.

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